Ingredientes
Para 12 cupcakes
Para el bizcocho:
3 fresas troceadas
100 gramos de azúcar
100 gramos de mantequilla
2 huevos
100 gramos de harina con levadura
Pizca de sal
50 gramos de chocolate blanco
Para el relleno:
Leche condensada
Para la crema:
240 ml de leche
20 gramos de harina
250 gramos de mantequilla
200 gramos de azúcar
1 cucharada de fresa en pasta
Para la decoración:
50 gramos de chocolate blanco
Purpurina comestible rosa
Preparación
Ponemos en un plato las fresas troceadas con una
cucharada de azúcar, removemos y dejamos reposar hasta que se forme una especie
de jarabe.
Batimos la mantequilla hasta que esté cremosa.
Añadimos el azúcar y volvemos a batir.
Por otro lado, batimos ligeramente los huevos y lo
añadimos a la mezcla anterior, batiendo hasta que esté homogénea.
Tamizamos la harina con una pizca de sal y lo
añadimos a la mezcla, batiendo hasta que esté todo bien integrado.
Por último, añadimos el chocolate blanco troceado y
las fresas troceadas (reservamos el jarabe) y mezclamos con una espátula.
Ponemos el horno a 180º C con calor arriba y abajo.
Cuando haya alcanzado la temperatura, ponemos las
cápsulas en la bandeja para cupcakes y repartimos la masa con la ayuda de una
cuchara para helados.
Horneamos unos 15 minutos. Cuando estén listos,
sacamos del horno y ponemos sobre una rejilla.
Cuando aún estén calientes, calamos los cupcakes con
un poco del jarabe de las fresas.
Para la crema:
Mezclamos
la leche con la harina y removemos hasta que no queden grumos. Lo pasamos a un
cazo y lo ponemos a fuego medio sin parar de remover hasta que espese.
Lo
retiramos del fuego y dejamos enfriar en un recipiente tapado con papel film.
Por
otro lado, batimos la mantequilla hasta que blanquee y añadimos el azúcar en
tres partes, batiendo después de cada adición, hasta que no se note el azúcar.
Incorporamos
la primera mezcla poco a poco y seguimos batiendo hasta que el azúcar esté
completamente disuelto.
Por
último añadimos la fresa en pasta, batimos hasta que se mezcle bien y lo metemos
unos 15 minutos en la nevera para que coja consistencia.
Para la
decoración:
Derretimos
el chocolate, dejamos que se temple un poco para que espese y lo metemos en una
manga pastelera con boquilla redonda pequeña (número 2) o cornet.
Sobre
un papel de horno dibujamos corazones con el chocolate: podemos hacer solo el
contorno, rellenarlos por completo o garabateados.
Espolvoreamos
purpurina hasta que no se vea el chocolate y metemos en la nevera.
Cuando
se haya solidificado, retiramos el exceso de purpurina y despegamos los
corazones del papel.
Para el
montaje:
Cuando
los cupcakes se hayan enfriado, quitamos el centro con un descorazonador,
rellenamos con leche condensada y lo volvemos a poner.
Cubrimos el cupcake con una
capa fina de crema, lo decoramos con esta misma crema con ayuda de la manga
pastelera (boquilla 2D) y con los corazones.